Un día inolvidable fue el que vivì el 13 de abril.
Se que cumplí una etapa que debería haber zanjado hace bastante tiempo, pero cuando las cosas cuestan , se valoran mucho más.Después de uno que otro inconveniente, me confirmé. Junto a 50 personas, recibimos un nuevo sacramento.
Que lindo estuvo todo, y conté con la compañía de personas a quienes quiero demasiado y se dieron el tiempo para acompañarme, en especial mi familia (pucha papá, te extrañé, pero estabas enfermito), mis amigos (gracias mi madrina Wale, Carlitos, Cristi, Cristián, José Ignacio, Matías, tía Xime).
Los que no pudieron estar,se agradece la deferencia y buenos deseos.Y mis más sinceros agradecimientos a mi Párroco el Padre Lucho,el verdadero gestor de todo esto, a Rodrigo Nuñez Hormazábal (mi ángel de la guarda), la Hermana Alicia y a mis chiquiturris, algunos de los cuales me estuvieron acompañado hoy día.
Realmente un dìa que guardaré siempre en el corazón.
Gracias por los regalitos, pero principalmente por darme tanto amor, de verdad, me hicieron pasar un dìa muy feliz.
Y como la felicidad se comparte, les dejo unos recuerditos de ese día, donde aparecen
algunos de los asistentes a la íntima celebración.
Gracias a ustedes también por quererme tanto.
Graciela
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